En los últimos 30 años, Irlanda ha experimentado un notorio crecimiento. Este próspero país, ha implantado una moderna economía centrada en el comercio y ha conseguido captar la atención de numerosas empresas extranjeras para invertir en él.
Uno de los aspectos más llamativos de este país es el crecimiento que ha sufrido en PIB per cápita con el paso de los años, pasando de 14.048,11 en 1990 a 78.806,43 en 2018. Por consiguiente, Irlanda es uno de los países que más capital neto recibe gracias a la inversión extranjera, manteniendo un 80,791% del PIB% en 2015.
En ese mismo año, varias agencias irlandesas (IDA) llevaron a cabo el lanzamiento de planes quinquenales con la finalidad de crear más de 80.000 puestos de trabajo e incrementar en un 40% la llegada de capital extranjero. Como consecuencia, Irlanda se ha convertido en uno de los países europeos más favorables a la hora de emprender un nuevo negocio y ello se debe a las ayudas y subvenciones, ya que el tipo impositivo de para el impuesto de sociedades es del 12,5% y además se halla situada perfectamente como 'puente' comercial entre Europa y Estados Unidos. Por ejemplo, actualmente hay hasta 11
empresas hortofrutículas andaluzas que buscan negocio en Irlanda.
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